MODA

Índice

Página principal
Material multimedia
Autores

Introducción

En su obra La teoría de la clase ociosa, Veblen relata cómo la moda es una herramienta que la clase ociosa usa para diferenciarse del resto de clases, fundamentalmente las más bajas. Se contrapone la belleza y el el simbolismo del ocio, relacionado con el ser pudiente, con la sobriedad y eficacia de las prendas de las clases bajas e industriales. Bourdieu llama a esto prácticas distintivas, manifestación de la lucha de clases, en este caso simbólica, cuyo objetivo es perpetuar la desigualdad entre las mismas. La difusión vertical de los gustos es el mecanismo según el cual, argumenta Veblen, la moda se transmite de una clase a otra, pues toda clase imita a la inmediatamente superior. Los miembros de una clase se pueden identificar entre ellos al estar en un mismo nivel, y diferenciarse de otros al haber una barrera que los separa con el resto.En esta época domina la moda francesa, tanto en hombres como en mujeres.
Se utilizaban los calzones cortos con medias de seda, chupa y casaca que, a mediados del siglo, se vuelve más reducida y con pliegues laterales hacia atrás y mangas estrechas. Con la caída de la dinastía francesa vuelve el traje simple y se llevan calzones ajustados hasta media pierna, chaleco, corbata y casaca, faldones con cuello alto y vuelo, pelucas empolvadas y rematadas por un lazo, incluso sombreros de tres o dos picos. Después de la revolución, se deja el cabello largo y liso, sombreros de copa alta cónica o en tubo, con alas cortas y más tarde zapatos con tacón de color al que se añaden lazos o hebillas y botas altas con vueltas. La mujer viste con painers o verdugados anchos y aplastados en los dos frentes, corpiño acorsetado y escote con gasas o encajes. Polonesas, batas con cuello de encaje y manga larga. En el traje francés, corpiño puntiagudo, mangas abolladas, faldas rectas y abiertas, que luego son drapeadas con polizón y larga cola. Cuello doblado, mangas tirantes hasta el codo con chorreras. Junto con la revolución desaparece el vuelo de la falda y se imita a las vestiduras clásicas: talle alto, chaquetilla corta con manga larga, falda con pliegues, grandes escotes, chales y guantes largos. En cuanto al peinado, hacia atrás con rizados que luego se hacen más altos y voluminosos con tirabuzones, lazadas y plumas. Bonetes y sombreros de alas anchas. Zapatos con tacón alto y punta estrecha, y luego de algún tiempo se pasaron a los bajos.